En los organismos de construcción, las fachadas juegan un papel fundamental puesto que influyen en la arquitectura del contexto paisajístico en el que se introducen, delimitan el ambiente interno del externo y determinan el confort termoacústico de los ambientes internos.
En concreto, la fachada ventilada es un sistema de revestimiento de fachadas de edificios que deja una cámara ventilada entre el revestimiento y el aislamiento y se puede definir como un sistema de revestimiento de edificios que, mediante anclajes de tipo mecánico de acero inoxidable, recubre la cubierta exterior con una piel nueva. Se trata de un sistema de protección de la cubierta del edificio que no requiere mantenimiento en el tiempo y que responde a la creciente necesidad de un desarrollo sostenible para el bienestar y el confort de las viviendas con el mínimo impacto ambiental posible.
El llamado Decreto de Relanzamiento, es decir, el decreto ley de 19 de mayo de 2020, nº. 34, que preveía medidas urgentes en cuestiones de salud, apoyo al trabajo y economía, así como políticas sociales relacionadas con la emergencia epidemiológica por COVID-19, incorporó la posibilidad de intervenir en las fachadas no solo desde un punto de vista estético, sino también y sobre todo, desde el punto de vista energético, haciendo posible alcanzar dos objetivos: una inversión que permite beneficiarse de las deducciones fiscales del 110% sobre los gastos afrontados y la significativa reducción del consumo energético del edificio en su conjunto.
Reducir los consumos de gestión de todo el edificio no solo tiene beneficios económicos en la factura, sino que aumenta el valor del inmueble en el mercado.
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Requisitos mínimos que se deben cumplir para beneficiarse de las bonificaciones, de cesiones del crédito o de descuentos en la factura para fachadas ventiladas de gres porcelánico.
El D. L. 34/2020 art.119, apartado 1, letra a) prevé como intervención impulsora (es decir, como operación necesaria para acceder a la deducción del 110%) el aislamiento térmico de la estructura del edificio, permitiendo beneficiarse de una deducción fiscal igual al 110% del gasto máximo afrontado, respetando los topes permitidos.
Los requisitos mínimos que se deben cumplir para poder beneficiarse de las deducciones, cesiones de crédito o descuentos en factura para estas obras son los siguientes:
- El alcance de la intervención debe incluir las superficies opacas verticales, horizontales e inclinadas de los edificios con una incidencia superior al 25% de la superficie bruta de dispersión;
- La intervención, junto con las demás intervenciones definidas como impulsadas (es decir, aquellas que se benefician de la deducción fiscal incrementada solo si se realizan al mismo tiempo que las impulsoras, como las intervenciones para mejorar la eficiencia energética o la instalación de sistemas fotovoltaicos y de acumulación), debe garantizar el salto de dos clases energéticas;
- Los materiales utilizados deben cumplir los criterios ambientales mínimos – CAM – de conformidad con el Decreto Ministerial de 11 de octubre de 2017;
- La intervención debe conllevar una reducción de la transmitancia térmica U de los elementos opacos involucrados, de conformidad con los requisitos previstos por el Decreto Ministerial 06/08/2020;
- Es necesario certificar la coherencia de los gastos afrontados según los límites de coste máximos especificados para cada tipo de intervención.
Beneficiarios, duración y límite máximo del gasto para las deducciones fiscales del 110% previstas por el Decreto de Relanzamiento.
Los beneficiarios del Superbono 110% son:
- Bloques de viviendas (primera y segunda residencia);
- Personas físicas, que no ejerzan actividades empresariales, artes y profesiones, en los inmuebles en cuestión;
- Organismos autónomos vivienda social (IACP);
- Cooperativas de viviendas de propiedad indivisa, por las intervenciones realizadas en inmuebles de su propiedad y cedidas a sus socios para el uso;
- Organizaciones sin ánimo de lucro de utilidad social y asociaciones o clubes deportivos aficionados.
En cuanto a la duración, la deducción fiscal se aplica a los gastos afrontados y documentados desde el 1 de julio de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2021 (hasta el 30/06/2022 para la vivienda social) en cinco cuotas anuales de igual importe.
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Por lo que se refiere al techo de gasto, la deducción se calcula en un límite de:
- 50.000 € para una única unidad residencial de edificios unifamiliares o casas adosadas;
- 40.000 € para una única unidad residencial de edificios compuestos por entre 2 y 8 unidades;
- 30.000 € para una única unidad residencial de edificios compuestos por más de 8 unidades.
Por último, destacamos que el contribuyente puede optar entre beneficiarse de la deducción directamente o convertirla en un crédito fiscal a utilizar en compensación, o bien cederla a otros sujetos financieros intermedios (el crédito se puede ceder sin límite).En lugar de beneficiarse directamente de la deducción fiscal o del crédito fiscal, el contribuyente puede optar por un porcentaje en forma de descuento en la factura hasta un importe máximo igual a la cantidad adeudada. Esta aportación la adelanta el sujeto que suministra las intervenciones, quien la recuperará bajo forma de crédito fiscal del 110% transferible a terceros, incluidas las entidades de crédito y otros intermediarios financieros.
También siguen vigentes una serie de bonos “antiguos” para el revestimiento con fachadas ventiladas. Se trata de bonificaciones que en ocasiones dan derecho a deducciones fiscales asociadas a tipos más reducidos (del 50 al 90%) y que, gracias a la novedad introducida con el decreto de Relanzamiento, pueden seguir contando con el mecanismo de la cesión del crédito fiscal y del descuento en la factura. Significa que se puede decidir obtener un descuento directo en la factura en el porcentaje previsto por el bono, o bien, ceder el crédito fiscal a la empresa que realiza el trabajo o a terceros, como artesanos, bancos, empresas. De todos modos, sea cual sea el tipo aplicado, se podrá decidir reservarse el derecho a la deducción y optar por la compensación cada año, es decir, beneficiarse de un «descuento» en los impuestos a pagar poco a poco.
Así pues, entre los varios bonos se encuentran:
- El antiguo ecobono para el sector de la construcción: para quienes realicen intervenciones de recalificación energética pero no reúnan los requisitos para acceder a la tarifa incrementada del Superbono 110%, existe la posibilidad de acceder al ecobono con los tipos de deducción fiscal «anteriores» que oscilan entre el 50 y el 85% en función de las intervenciones realizadas. En el ecobono entra, por ejemplo, la sustitución de ventanas.
- El bono de rehabilitación de edificios que prevé una deducción del 50% para un límite máximo de gasto de 96 000 euros. Se pueden realizar operaciones extraordinarias de mantenimiento como la instalación de ascensores o escaleras de seguridad, la disposición de vallas y otras intervenciones para el ahorro energético o para la eliminación de barreras arquitectónicas.