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Ventajas de las fachadas ventiladas: una visión general y exhaustiva de los principales beneficios económicos y medioambientales.

La fachada ventilada es el sistema constructivo más eficiente que existe hoy en día para el revestimiento de edificios. Una solución que encaja perfectamente en las tendencias de la arquitectura sostenible. Antes de ver detalladamente cuáles son las ventajas de la fachada ventilada, es conviene indicar que el sistema de fachada ventilada está compuesto por un muro de carga, una capa aislante y un material de revestimiento que se fija al edificio con una estructura de soporte. Gracias a esta estructura se crea una cámara de aire no hermética entre el muro de carga y el material de revestimiento, que permite la ventilación. Normalmente hay una capa de aislamiento entre el muro de carga y el revestimiento, pero no siempre es así, ya que el propio muro de carga puede ser aislante o el material aislante puede estar colocado dentro de la vivienda. El muro de carga se ocupa de garantizar la estabilidad del edificio. Este muro debe ser lo suficientemente estable para soportar el peso del revestimiento y las solicitaciones que le transmite. El muro de carga puede ser de ladrillo, hormigón o madera, entre otros materiales. Lo más importante es realizar un cálculo para garantizar que el muro de carga soporte el peso del material de revestimiento por m2. La cámara de aire tiene una abertura en la parte superior y otra en la parte inferior, que permiten una circulación constante del aire. Estas aberturas se deben proteger adecuadamente para evitar que entre agua, ya que el agua reduciría la eficacia del aislamiento. Por último, en cuanto a la capa aislante, el aislamiento se puede realizar tanto en el exterior como en el interior de la vivienda, pero recomendamos instalarlo en el exterior del muro de carga para garantizar mejores prestaciones en cuanto a dilatación y contracción.

Habida cuenta de lo descrito, está claro que las ventajas de la fachada ventilada son realmente innumerables. Veamos seguidamente cuáles son las principales.

Fachada ventilada: ventajas en términos de aislamiento térmico y acústico.

La primera gran ventaja de las fachadas ventiladas , que es la que afecta más directamente a los usuarios, es el ahorro energético. Las fachadas ventiladas permiten ahorrar hasta un 40% en la factura de la luz, gracias al aislamiento térmico que estas suponen. Un buen aislamiento térmico y el ahorro energético tienen mucho que ver con que, gracias a estas fachadas, se respete más activamente el medio ambiente. En este sentido, la contribución actual de los edificios a la recuperación/mantenimiento de la capa de ozono, gracias a la reducción de energía necesaria para climatizarlos, es decisiva.

Muy relacionada con la anterior, otra ventaja de las fachadas ventiladas es tener mayores niveles de productividad: con menos energía se obtienen mejores resultados. Si antes, por ejemplo, se gastaban 80 euros al mes en la factura de la luz, gracias a las fachadas ventiladas se puede disfrutar de las mismas horas de luz pero gastando poco más de la mitad. Esto se debe, entre otras cosas, a que el vapor de agua no se condensa y por lo tanto la fachada tiene una mayor transpirabilidad.

Otras ventajas de las fachadas ventiladas consisten en ser más modernas e innovadoras y tener un bajo coste de mantenimiento. Una fachada ventilada no requiere revisiones tan frecuentes como una convencional. Además, la garantía de rendimiento también es mucho mayor. 

Las ventajas de la fachada ventilada aún no han terminado. Este sistema de construcción, de hecho, influye positivamente sobre: 

  • Ruido exterior: las fachadas ventiladas proporcionan una mayor barrera acústica; 
  • Limpieza: son más fáciles de limpiar; 
  • Imperfecciones: corrigen las imperfecciones de la fachada anterior; 
  • Salud: mayor salud del edificio. 

Y además, la fachada ventilada tiene ventajas en cuanto a la duración del material de revestimiento exterior que se mantiene seco, gracias a la ventilación constante dentro de la cámara de aire. Además, la vida de la fachada es aún más larga si se opta por un material duradero y resistente como el gres porcelánico.

Por último, otra de las grandes ventajas de la fachada ventilada es que puede reducir los movimientos estructurales: la cámara de aire permite mantener una temperatura más estable en la cubierta del edificio. Esto ayuda a evitar la aparición de grietas y hendiduras y, al no haber cambios de temperatura, la estructura es menos susceptible a movimientos de dilatación o contracción.

Concluyendo, las ventajas de las fachadas ventiladas se pueden resumir en una sola afirmación: la fachada ventilada es una solución muy ventajosa, tanto desde el punto de vista económico como energético. Es una apuesta por el futuro y la sostenibilidad, que al mismo tiempo permite reducir significativamente la factura de la calefacción y aumentar el confort térmico de una vivienda.

Gres porcelánico ecológico: revestir la fachada ventilada con este material es favorable para el medioambiente.

¿Por qué hablamos de gres porcelánico ecológico afirmando que es favorable para el medioambiente? Porque el gres porcelánico natural es una cerámica especial, compacta, obtenida gracias a la mezcla de diferentes materias primas naturales (arcillas cerámicas, feldespatos, caolines y arena) que se muelen hasta convertirlas en un polvo muy fino, que después se prensa para poderlo compactar sin usar colas y que sucesivamente se cuece a temperaturas muy altas, de unos 1150-1250 °C, durante 25-40 minutos. Imola Tecnica cree que el diseño de fachadas ventiladas no puede ignorar la protección del medioambiente y por ello ofrece revestimientos de gres porcelánico natural inspirados en una filosofía verde y respetando plenamente el medioambiente.

Queremos ofrecer a nuestros clientes productos bonitos y, al mismo tiempo, lo más ecológicos posibles: de hecho, cuando lo son benefician tanto al bolsillo como a la salud del planeta Tierra. El gres porcelánico natural es ecológico por distintos motivos:

  • En primer lugar, tiene un ciclo de vida muy largo: nuestras fachadas ventiladas de gres porcelánico bio pueden durar toda la vida y permanecer inalterables. Cuanto más dura un producto, más sostenible es, porque evita tener que recurrir a nuevos recursos para sustituirlo. En vez de la «obsolescencia programada» (es decir, la estrategia destinada a definir el ciclo de vida de un producto para limitar su duración a un período predeterminado) con el gres porcelánico natural se obtiene exactamente lo contrario: está «programado» para durar;
  • En segundo lugar, el gres porcelánico natural es muy resistente: no se ve afectado por las radiaciones solares ni por el contacto con el agua, el fuego o los cambios bruscos de temperatura. Es uno de los materiales de construcción más resistentes del mundo. Esto contribuye a su larga duración y a los beneficios asociados indicados arriba;
  • Además, el gres porcelánico natural no es tóxico, es ignífugo, aséptico e inerte: reduce el riesgo de incendios y, por tanto, evita la emisión de sustancias tóxicas. El hecho de ser un material inerte hace que no libere ningún tipo de contaminante a la atmósfera;
  • Por último, el gres porcelánico ecológico es un material que necesita muy poco mantenimiento a lo largo de su ciclo de vida: requiere muy poco para su conservación. Además, para limpiarlo no es necesario aplicar sustancias agresivas, corrosivas o tóxicas y, por todo ello, el impacto sobre el medioambiente es mínimo.