¿Sabías que realizar correctamente el mantenimiento de las fachadas ventiladas permite conservar el revestimiento de un edificio durante mucho más tiempo?
La fachada de un edificio es uno de los elementos arquitectónicos más importantes, representan la clave de comunicación entre el interior y el exterior desde el punto de vista estético y de confort habitacional, por ello es fundamental llevar a cabo correctamente las operaciones de mantenimiento de las fachadas ventiladas. En concreto, una fachada ventilada constituye un sistema de revestimiento de las paredes exteriores de los edificios y ofrece importantes beneficios en términos de ahorro energético y calidad de vida.
Plan de mantenimiento de las fachadas ventiladas: la normativa.
La normativa establece una referencia técnica para el diseño, la ejecución y el mantenimiento de las fachadas ventiladas. Se trata de la norma UNI 11018:2003 Revestimientos y sistemas de anclaje para fachadas ventiladas montadas mecánicamente. Instrucciones para el diseño, la instalación y el mantenimiento – Revestimientos en piedra y cerámicos. Nomenclatura, materiales, dimensiones, requisitos, pautas de mantenimiento, instrucciones de montaje y equipos necesarios para la instalación son algunos de los principales aspectos que se tratan en la documentación. La norma UNI 11018:2003 define la fachada ventilada como “un tipo avanzado de fachada de pantalla en la que la cámara entre el revestimiento y la pared está diseñada de tal manera que el aire en su interior pueda fluir por el efecto chimenea de forma natural y/o artificialmente controlada, según las necesidades estacionales y/o diarias, con el fin de mejorar el rendimiento termoenergético global”. A continuación se presentan tres tipos de fachada ventilada, en función de la velocidad con la que fluye el aire: fachada poco ventilada, moderadamente ventilada y fuertemente ventilada. Al tema del mantenimiento de las fachadas ventiladas se dedica una serie de indicaciones sobre las posibles causas de la degradación de los componentes, pero veamos algunos pasos básicos correspondientes al plan de mantenimiento de la fachadas ventiladas.
Plan de mantenimiento de las fachadas ventiladas: cómo llevar a cabo el mantenimiento de una fachada ventilada
Toda fachada exterior de cualquier edificio está continuamente expuesta a los agentes atmosféricos y al riesgo de accidentes, factores que pueden dar lugar a importantes complicaciones si no se controlan, pero afortunadamente las fachadas ventiladas de gres porcelánico protegen eficazmente contra las infiltraciones y garantizan un excelente estado de conservación del revestimiento. Además, la instalación de los paneles en seco permite la inspección de cualquier zona.
En primer lugar, para llevar a cabo el mantenimiento de las fachadas ventiladas es necesario respetar unos plazos precisos:
- Examinar las condiciones del revestimiento y de cada punto cada tres años;
- Comprobar si hay grietas y hendiduras pequeñas cada cinco años;
- Inspeccionar la cámara de ventilación cada diez años.
El mantenimiento periódico de la fachada ventilada debe ir siempre precedido de la definición de unos criterios como la metodología de funcionamiento, la evaluación de la criticidad, el tipo y frecuencia de las operaciones de mantenimiento y seguimiento. En cualquier caso, es recomendable comprobar periódicamente el estado de las diferentes capas funcionales de la fachada, compuesta por subestructura, revestimiento y sistema de fijación, para asegurar el máximo rendimiento durante todo su ciclo de vida.
A pesar de la protección frente al agua de las estructuras primarias del edificio y la simplicidad de las operaciones de mantenimiento de las fachadas ventiladas, se prevén cuatro tipos de intervenciones distintas:
- Monitorización, con operaciones sugeridas por el fabricante y dirigidas a determinar la estabilidad de las estructuras a lo largo de los años;
- Mantenimiento ordinario, útil para mantener los más altos niveles de seguridad y eficiencia a lo largo del tiempo;
- Mantenimiento extraordinario, destinado a solucionar problemas particulares derivados de averías o de la falta de un mantenimiento programado;
- Protección, en situaciones de emergencia particulares e impredecibles.
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