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Área técnica Novedades

Aislamiento acústico de una pared existente desde el exterior: problema y solución correspondiente.

Dado que la contaminación acústica tiene un impacto significativo sobre las personas – en la calidad del ambiente de la vivienda, de la vida, de las relaciones sociales – y sobre los bienes que estas disfrutan – bienes inmuebles – el estado ha intervenido dictando normas sectoriales específicas de carácter prevalentemente público, las cuales han afectado, además, a las relaciones de carácter privado (contratos de compraventa; contrataciones, responsabilidad profesional). En general, la legislación de referencia en materia de contaminación acústica está representada por la Ley Marco de contaminación acústica – Ley N° 447 de 26 de octubre de 1995 – que define las competencias de los organismos públicos encargados de regular, planificar y controlar las entidades tanto públicas como privadas que pueden provocar contaminación acústica. De esta ley, a efectos de la aplicación, han surgido una serie de decretos de aplicación y leyes autonómicas.

En los edificios residenciales existen diferentes tipos de ruido que provocan molestias a los usuarios. Uno de ellos es el ruido externo. Así pues, es necesario realizar un aislamiento acústico de paredes exteriores especialmente adecuado, es decir, un diseño acústico correcto de las fachadas de los edificios en función de su uso y del ruido exterior de la zona. Todo ello con el fin de garantizar el confort acústico de los usuarios del espacio interior.

Está claro que los requisitos acústicos para fachadas de edificios de viviendas que se encuentran en zonas con poco tránsito o residenciales son distintos a aquellos para fachadas de edificios destinados a este mismo uso pero situados en el centro de una gran ciudad y, a su vez, distintos de los requisitos para fachadas de edificios destinados a un uso educativo, comercial, industrial o sanitario. Por ello, el diseño de paneles aislantes acústicos para exterior debe ser personalizado, es decir, debe ser realizado según las necesidades de cada edificio por especialistas en aislamiento acústico para paredes externas como Imola Técnica.

Aislamiento termoacústico de paredes exteriores: la normativa de referencia.

Más concretamente, por lo que se refiere al aislamiento acústico del exterior, se ha adoptado el D.P.C.M. de 5 de diciembre de 1997, publicado en el Boletín Oficial nº. 297 de 22 de diciembre de 1997, titulado «Determinación de los requisitos acústicos pasivos de los edificios», que identifica los parámetros a medir, los métodos para medirlos y los límites permitidos para cada parámetro medido, cuya superación genera un fenómeno de contaminación acústica. El incumplimiento de los requisitos acústicos pasivos compromete la aptitud normal de un inmueble para desempeñar la función económico-social imprescindible a efectos de su legítimo disfrute y comerciabilidad. Es sabido que, en la actualidad, el incumplimiento de los parámetros establecidos por la legislación sobre aislamiento termoacústico de paredes externas supone una depreciación importante del inmueble adquirido. El decreto establece explícitamente la obligación de demostrar el cumplimiento de todos los requisitos acústicos pasivos al final de la obra. La prueba de nivel de sonido no es obligatoria pero, por ejemplo, en caso de disputa, es necesario demostrar que in situ se ha alcanzado el resultado esperado. La única persona autorizada para realizar una prueba de nivel sonoro que pueda ser utilizada con valor legal es un técnico competente en acústica, o un profesional, inscrito en el registro autonómico de técnicos competentes en acústica ambiental.

Para obtener el resultado marcado por la ley es necesario que se tomen en consideración tres elementos fundamentales:

  • El diseño de un sistema eficaz de aislamiento acústico de una pared ya existente desde el exterior, en el que el material aislante y el paramento exterior sean un elemento esencial;
  • La elección de un material aislante y de paramento externo de calidad y específico para la aplicación en el lugar;
  • La instalación precisa, es decir, experta en la realización de detalles constructivos.

Aunque solo falte uno de estos tres elementos, es probable que el rendimiento final se vea comprometido.