En un mundo cada vez más concienciado con el cambio climático y las políticas de protección del medioambiente, la arquitectura también está llamada a desempeñar su papel; por ello, la elección de materiales y tecnologías juega un papel crucial a la hora de definir el éxito de un proyecto bajo el lema de la sostenibilidad.
En este contexto, analizaremos las ventajas e inconvenientes del recubrimiento térmico y de la fachada ventilada como soluciones de diseño eficaces para optimizar la eficiencia energética de los edificios nuevos y existentes.
¿Fachada ventilada o recubrimiento? Estas son las principales diferencias
La diferencia principal a la hora de elegir entre un revestimiento o una fachada ventilada, radica en la aplicación de los paneles aislantes: el revestimiento térmico implica la aplicación de los paneles directamente sobre el muro perimetral del edificio y, una vez instalados, se cubren con un acabado de protección realizado con yesos específicos para obtener un magnífico resultado estético. La fachada ventilada, en cambio, consiste en un tipo de revestimiento exterior especial que conlleva la aplicación de paneles aislantes separados del muro de carga del edificio, sujetados por una subestructura metálica. Entre las ventajas principales de la fachada ventilada se encuentra precisamente este sistema, el cual crea una cavidad que permite la circulación natural del aire gracias a la colocación de aberturas dispuestas en la base y la parte superior de la fachada.
Ambos sistemas tienen ventajas e inconvenientes específicos, pero ¿cómo elegir entre una pared ventilada o un revestimiento térmico?
Revestimiento o fachada ventilada: ventajas e inconvenientes del revestimiento térmico
El sistema compuesto por elementos prefabricados aplicados a la fachada, típico del revestimiento o aislamiento térmico, es útil para eliminar los puentes térmicos entre el exterior y el interior. Esta es la principal ventaja del revestimiento, es decir, su gran capacidad aislante, capaz de reducir la dispersión del calor durante los meses más fríos y de mantener una temperatura confortable en verano. Entre las desventajas del revestimiento térmico destaca la dificultad de llevar a cabo el mantenimiento: sometido a los agentes atmosféricos y con el paso del tiempo, el revestimiento puede presentar problemas de deterioro, lo cual conlleva la necesidad de realizar obras de reparación, a menudo costosas y frecuentes. Además, la permeabilidad del paquete mural podría verse comprometida por el uso de aislamientos térmicos impermeables, normalmente utilizados en el revestimiento térmico.
Pared ventilada o revestimiento: las ventajas de la fachada ventilada
Las fachadas ventiladas son una solución eficaz e innovadora que consiste en crear una cavidad entre la estructura exterior del edificio y las placas de revestimiento. A diferencia del sistema de recubrimiento, el aislamiento con paneles de fachada ventilada permite separar el revestimiento de la propia fachada de los muros del edificio, facilitando la elección y compatibilidad de los materiales y permitiendo la salida de vapor proveniente del interior.
Las ventajas de una fachada ventilada comienzan aquí: el aire que pasa entre el edificio y el revestimiento fluye hacia arriba por el efecto chimenea y optimiza el rendimiento térmico global de la envolvente, ofreciendo ventajas significativas respecto al revestimiento térmico, entre ellas el aislamiento acústico.
A la hora de comparar la pared ventilada con el revestimiento para elegir la opción más adecuada, es importante destacar que las fachadas ventiladas son significativamente más resistentes a la intemperie y requieren menos mantenimiento que el revestimiento térmico, ofreciendo al mismo una estética impecable y un alto rendimiento a largo plazo. Las ventajas de las fachadas ventiladas, como su resistencia y durabilidad, permiten amortizar los costes iniciales previstos para su instalación, en ocasiones superiores a los de los revestimientos térmicos, reduciendo considerablemente el consumo energético de la envolvente.
A estos beneficios se añaden las ventajas del gres porcelánico, un material respetuoso con el medioambiente que, aplicado en fachadas ventiladas en cumplimiento de las normas UNI EN 14411:2016 e ISO 13006:2018, garantiza ventajas en cuanto a:
- Alta resistencia mecánica;
- Alta resistencia al hielo y a los cambios de temperatura;
- Baja absorción de agua (≤ 0,1%);
- Baja dilatación térmica lineal (< 7×10-6 °C-1);
- Expansión a la humedad, insignificante;
- Incombustibilidad (clase A1);
- Resistencia a la intemperie;
- Resistencia a las manchas y al smog;
- Resistencia de los colores a la luz solar y al envejecimiento;
- Ligereza y facilidad de instalación.
Entonces, ¿mejor revestimiento o fachada ventilada?
Considerando las ventajas e inconvenientes del revestimiento térmico y de la fachada ventilada, y teniendo en cuenta que ambas soluciones ofrecen importantes beneficios, la fachada ventilada destaca como la opción más avanzada, de alto rendimiento y sostenible. Las ventajas de la fachada ventilada y las del gres porcelánico combinan un aislamiento térmico superior gracias a la reducción de la carga térmica en los edificios, la reducción de los costes energéticos y menores necesidades de mantenimiento. La fachada ventilada de gres porcelánico es la mejor opción para quienes buscan una solución a largo plazo, garantizando no solo un magnífico rendimiento, sino también una estética duradera y atractiva.