La puesta en obra de pavimentos sobreelevados es una solución innovadora y de elevado rendimiento que cada vez es más frecuente y apreciada tanto en aquellos entornos por los que deben pasar cables, tubos o instalaciones, como en los espacios estéticos y funcionales. Veamos cuáles son las características principales y las ventajas más importantes de la puesta en obra sobreelevada.
Propiedades de la puesta en obra sobreelevada
El montaje del pavimento flotante es una técnica de puesta en obra en seco que se utiliza para obtener una superficie sobreelevada con respecto al pavimento original, con objeto de crear una cámara con función técnica entre las dos superficies para alojar las instalaciones que la configuración específica de un entorno requiere. La instalación de paneles modulares sobre soportes regulables permite obtener una superficie completamente plana y uniforme incluso cuando el pavimento ya existente es irregular. Para ello, durante la fase de proyecto es importante evaluar con atención la altura de las columnas de apoyo del pavimento sobreelevado, que se puede regular para alcanzar la altura final de toda la estructura.
La puesta en obra de pavimentos sobreelevados es ideal tanto para interiores como para exteriores y se diferencia por los materiales, los sistemas de montaje y las repercusiones técnicas y normativas de los sistemas, pero en cualquier caso se adapta perfectamente a todo tipo de exigencia de proyecto y asegura un óptimo rendimiento en cualquier contexto. Independientemente del destino de uso, el pavimento sobreelevado ha de garantizar una resistencia adecuada a las cargas estáticas y dinámicas y la composición final de la puesta en obra del pavimento flotante prevé generalmente:
- una superficie de acabado,
- una serie de tableros de apoyo,
- una capa de protección,
- un perímetro de ABS,
- una junta antivibración,
- una serie de travesaños,
- una serie de columnas de altura regulable,
- una capa insonorizante.
Es importante subrayar que esta composición conlleva una reducción notable de la carga en comparación con la de un pavimento tradicional, que recae sobre la solera portante e influye en el tamaño de las estructuras y el cálculo sísmico.
Las ventajas de la puesta en obra del pavimento flotante
No solo flexibilidad, rapidez de puesta en obra y facilidad de mantenimiento: el montaje del pavimento flotante presenta una serie de ventajas económicas y logísticas que lo diferencian de otros tipos de pavimento y explican el rápido crecimiento de los últimos años.
- Elevada funcionalidad, gracias al compartimento técnico que se realiza para permitir la colocación de las instalaciones técnicas por debajo del nivel de tránsito.
- La colocación de los paneles permite el acceso a cualquier punto de la cámara que se crea y ofrece la posibilidad de inspeccionar las instalaciones en un instante. De este modo, se puede intervenir en cada módulo del pavimento sin desplazar los demás y se facilitan las actividades de mantenimiento en caso de necesidad.
- La puesta en obra sobreelevada es extremadamente fácil y no necesita colas ni estucos. Todos los elementos se ensamblan en seco y esto hace que el pavimento se pueda pisar inmediatamente después de la colocación.
- Mejora el confort de la vivienda: la puesta en obra del pavimento flotante mejora el aislamiento térmico del entorno y evita la formación de moho y humedad ascendente.
- Libertad de proyecto y flexibilidad: la configuración de un entorno deja de estar vinculada a la disposición de las instalaciones y se puede modificar en cualquier momento.
- Alto nivel de personalización gracias a la gran variedad de materiales, acabados y accesorios disponibles para este tipo de instalación.
- La puesta en obra de pavimentos sobreelevados elimina la necesidad de trabajos de albañilería y ofrece una solución rápida e inmediatamente transitable.
- Es la solución ideal en las intervenciones de recuperación de edificios, reacondicionamiento del pavimento ya existente y corrección de eventuales defectos del fondo.
- Como resultado de todas las ventajas anteriores, la puesta en obra sobreelevada ofrece evidentes beneficios económicos y de tiempo.